Se suele dar por sentado que el vendedor es quien está obligado a acarrear con los gastos derivados de situaciones como desperfectos, problemas que desconocía en el momento de la compra, etc. pero no es así en todos los casos, ya que, antes de firmar el contrato de compra, el comprador debe inspeccionar cuidadosamente la vivienda.
Legalmente se tomará siempre como “El punto de partida el estado en el que se encuentran la casa o el piso” en el momento de la venta, considerando su antigüedad, precio y uso.
Por ello recomendamos realizar una inspección minuciosa de la vivienda. Utilice una linterna para examinar con detalle los espacios oscuros y levante las alfombras y mueva las cortinas para ver el estado de suelos y paredes.
En cuanto a los desperfectos ocultos son desperfectos o deficiencias que el comprador, en el momento de efectuarse la compra, ni conocía ni podría haber sospechado. Para que el vendedor se haga responsable de un desperfecto oculto es necesario que dicho desperfecto implique que el inmueble difiere de lo que un comprador con buen juicio podría haber supuesto.
Es importante saber que no es labor del agente inmobiliario llevar a cabo la inspección de la vivienda. El papel del agente inmobiliario es ser neutral respecto al vendedor y al comprador.
Completa tus datos y nos pondremos en contacto contigo.